sábado, 29 de noviembre de 2008

En el ojo de mar

Una noche Luisienne Dibbon retorna a la casa y baila la música de tres demonios. Dibbon quema cartas y abre las habitaciones. Danza el sonido de la ausencia. Con la música se agitan las aguas, arde un camposanto.
La oscuridad acompaña las músicas demacradas por el fuego y Dibbon arde en silencio.

"Cuando la palabra falta, el gesto canta".

Hilvanar una historia que se devele en su trama.
Sonoridades toman el espacio y componen su propia lógica de representación.
La forma de sus elementos es fulgurante.
Cada acción de los cuerpos irradia un viaje de cuatro mujeres en tránsito por coordenadas y espacios fuera de todo tiempo y razón.

Ellas: Luisienne, Sara, L., Chantal Clemence tejen sus temporalidades y silencios.

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