martes, 31 de marzo de 2009

Dibbon sobre Sylvaris.

Contorsiones de Sylvaris: un número ciego

Ludger Sylvaris rescató mi cuerpo de la muerte absurda. Me sopló la cara durante el viaje. No recuerdo su aire, sí su temor. Temía que deje de respirar. No entendí su lengua pero supe que tenía miedo. Sylvaris fue sincero conmigo. Salir espantado o reír decía cuando mostraba las heridas de su espalda. Su cuerpo con las marcas del desastre en la piel fue visto cada noche. La gente pagaba por verlo y aplaudía con el repudio que provoca el asombro. El dolor seco del 8 de mayo. Nadie sabía que estuvo preso cuando estalló el volcán, que fue rescatado entre los escombros de su celda. Sylvaris inventaba el pasado y la enfermedad comía su sangre. Lo sabía. Pudo asesinar, enfrentar la explosión, mentir para ser ¡El hombre que sobrevivió la ira de la tierra!

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